Gaara es el más joven de los hijos del Cuarto
Kazekage, siendo
Temari y
Kankurō sus hermanos mayores. Para cuando nació, la Aldea Oculta de la Arena vivía su época oscura originada por la desaparición del Tercer Kazekage, circunstancia que intentarían aprovechar los enemigos de esta para atacarla, haciendo difícil, por ende, la existencia de la población. Debido a lo anterior, el cuarto Kazekage le ordenaría una de las ancianas de la Aldea,
Chiyo, que sellara al
bijū de una cola,
Shukaku, en su hijo recién nacido, con la esperanza de que Gaara se convirtiera en una poderosa arma que protegiera a la debilitada villa de sus adversarios. Como un sacrificio era necesario,
Karura, la madre de Gaara, falleció al dar a luz, maldiciendo a la Aldea antes de morir.
Gaara sería entrenado por su padre, pero fue criado por su tío materno
Yashamaru quien en una ocasión le indicó a este que pensaba que la arena que lo protegía tenía en sí la voluntad de su madre. Durante sus seis primeros años Gaara fue objeto del temor y el odio de su familia y de toda la aldea, quienes veían en él solo al monstruo sellado, pero, a la vez, sentía que su tío Yashamaru lo quería, al ser el único que cuidaba de él comprendiendo que el
jinchūriki no podía controlar sus poderes. Su padre, sin embargo, no observaba las cosas de igual manera y, al ver como Gaara atacaba frecuentemente a los aldeanos, concluyo que su experimento había fracasado y que su hijo se estaba convirtiendo en una amenaza para la población. Por todo ello, le ordenaría a Yashamaru que lo matara, para lo cual él se cubriría el rostro buscando no ser reconocido. De todas maneras, fallaría en su intento, quedando al borde de la muerte y siendo reconocido por Gaara gracias a una cortada en su dedo y al quitarle este el velo que lo cubría.
Antes de morir, y ante la suposición de Gaara de que había sido obligado por el Kazekage para cumplir la misión, Yashamaru le revelaría que sus intenciones de asesinarlo eran genuinas y que nunca le quiso ya que le consideraba responsable de la muerte de su querida hermana. También le explicó el significado del nombre
Gaara:
El demonio que sólo se ama a si mismo (我を愛する修羅,,
Ware wo ai suru shura?), nombre que su madre había escogido no porque lo amara sino para recordar el rencor que ella había sentido al ser sacrificada para crear un arma, legándole a su hijo su deseo de destruir la Aldea Oculta de la Arena como venganza a esa afrenta. Finalizadas esas palabras, se inmolaría en una explosión esperando que su sobrino muriera con él, un último intento en vano. Comprendiendo entonces que era odiado por todos, y que la única persona con la que había establecido un lazo afectivo y que le había enseñado el significado del amor como protección a sus seres queridos le había traicionado, Gaara empleó su arena protectora para tatuarse en la frente el signo '愛' ("amor") como señal de que él sería, en lo sucesivo, el "demonio que sólo se ama a sí mismo".
El fracaso de Yashamaru no amilanaría al padre de Gaara para seguir enviando
asesinos a su hijo por los siguientes seis años; sin embargo, dados los fracasos sucesivos, finalmente aceptaría que él podría ser más útil como una herramienta efectiva y poderosa y decidiría usarlo en todas las misiones importantes que implicara largos viajes fuera de la aldea. Bajo ese concepto, Gaara sería enviado para participar en la invasión a la Aldea Oculta de la Hoja con el objetivo de demostrar la fortaleza de los
shinobis de la Arena. Esa demostración sería importante ya que la apariencia de debilidad militar había llevado, incluso, a que el gobernante del País del Aire, en donde se encuentra localizada la Aldea, prescindiera de sus servicios para preferir contratar a los de la Hoja para cumplir sus encargos y misiones. Así mismo, sería acompañado por sus hermanos en una célula ninja al mando de Baki (muy a pesar de los deseos de Temari de no combatir), con la esperanza de que, ante la ausencia total de lazos afectivos, fueran los lazos sanguíneos los encargados de controlar a la bestia... por el momento.